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Típico: te levantas, miras a la venta, el cielo nublado y empieza a llover, y enseguida piensas: «¿estaré loco(a) para correr ahora?» Pero no es así, afuera ya hay quienes están entrenando. Hay días que definitivamente no se desea correr, pero estos detalles no significan que se conviertan en una excusa para no colocarte el outfit y salir a correr. No es consuelo, pero te apoyará saber que no eres el único afectado por este trastorno común según el cual la ausencia del sol es directamente proporcional a tu falta de motivación para correr. Así que, tranquilo(a), tenemos los solución para estos pequeños detalles.
TOMA VITAMINAS
Las vitaminas son micronutrientes que necesita el organismo en pequeñas cantidades para reforzar su inmunidad y obtener todos aquellos nutrientes que no se consiguen mediante los alimentos consumidos diariamente. Si hay días en que no sale el sol, ¡Haz que salga! Inicia tu día con energía con unas buenas vitaminas que sean bajo supervisión de un médico de tu confianza.
¡LEVÁNTATE YA!
Si no tienes ganas de correr, camina tan solo 20 minutos. Esto hace que poco a poco retomes las ganas de correr; cuando tu consideres y notes que el cuerpo te pida mayor volumen de esfuerzo, comenzará de nuevo a tener otro ritmo. Esta demostrado que en los maratonianos y triatletas, el secreto está en la cortisona: elevados niveles de esta hormona provocan un efecto dominó en el cuerpo, de manera que acaban disminuyendo la motivación y generando fatiga, ansiedad y depresión. La mejor manera de romper el círculo es volver a la rutina deportiva poco a poco.
REORDENA TU ENTRENAMIENTO
Constantemente el entrenamiento también provoca que te satures como en la vida diaria. Por lo que el cerebro se aburre de hacer siempre lo mismo y no quiere realizar esa rutina, de igual forma que ésta provoca que se canse uno de otros aspecto de la vida diaria. A partie de aquí en donde hay que redimensionar tu entrenamiento. Prueba nuevas rutas, nuevos horarios, con nuevos grupos, claro viendo la posibilidad de hacerlo de acuerdo a tus actividades. Pero estamos seguros que al correr con estos pequeños cambios, te alejarán de los malos pensamientos de dejar de correr e inclusive de decir que te sientas cansado(a). Así que enfrenta la rutina desde otro punto de vista.
APROVECHA TU RITMO
Las cuatro estaciones del año también juegan un factor preponderante a la hora de correr, por lo que no puedes correr igual en invierno como en verano, por más que quieras explotar en tu entrenamiento. Así que complementa tus entrenamientos con otras actividades que puedan complementarlo, como: pilates, yoga, gym, crossfit, aeróbics o cualquier otra actividad que sea de tu preferencia.
Mantente activo(a) y motivado(a), nada te detiene.
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