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Te podrás haber dando cuenta que en los presentes Juegos Olímpicos de Río 2016, los atletas que compiten traen unas extrañar marcas circulares e color rojo en diversas partes del cuerpo, dichos círculos es una práctica antigua de Mesopotamia que ahora se le llama Cupping o Terapia de Ventosas, que favorece la circulación sanguínea y linfática.
Dentro de las copas que pueden ser de cristal, de bambú o de plástico, se coloca un papel ardiendo y, mientras se quema, se pone sobre el cuerpo. Al quemarse el papel, se elimina el oxígeno que hay dentro entre la copa y la piel, y se succiona la piel y parte del músculo, de ahí las marcas circulares.
La terapia se realiza de diversas formas y con objetivos diversos:
1. Masaje: “se aplica aceite en la zona a tratar con el fin de facilitar el desplazamiento de la ventosa mientras se mantiene el vacío, lo que permite realizar un masaje que facilita el movimiento de fluidos”.
2. Aplicación y extracción rápida de la ventosa: esta técnica se usa únicamente sobre la espalda. En este caso las ventosas se colocan solo dos o tres segundos sobre la piel.
3. Ventosa fija seca: “se fija la ventosa sobre puntos específicos para tratar aquellos órganos que tienen sus puntos reflejos en la espalda” .También se usa como tratamiento para contracturas y dolores musculares.
4. Sangrado con ventosa: se localiza el lugar exacto y se coloca la copa. Al succionar, la ventosa “produce un leve sangrado”. Esta técnica sirve para reducir la tensión en la zona en la que se aplica.
Dicha terapia, tiene algunos efectos secundarios, como quemaduras, moratones o infección en la piel, lo que es importante considerarlo para quienes tienen piel delicada.
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